Tevildo, Príncipe de los gatos.
- fbmonkey
- 28 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 jul 2023
¿Quién no conece a un tal Tevildo, Principe de los gatos? Quizás pueda que te sorprendas... Solo continúa leyendo.
Los hechos que aquí se narran están extraídos del «Cuento de Tinúviel» de El Libro de Los Cuentos Perdidos II, editado por Christopher Tolkien.
Tevildo, Príncipe de los Gatos.
En Angamandi, los "Infiernos
de Hierro" vivía Melko, el Ainu
malvado de enorme poder.
Y bajo sus órdenes tenía a un
súbdito seguidor de gran poder
también e igualmente malvado.
Este súbdito, entre otras cosas,
se encargaba de proveer la
comida para los banquetes y
tener siempre las provisiones
de carne necesarias en las
cocinas de Angamandi.
Y este vasallo era un gato,
el mejor cazador de Melko
y de nombre Tevildo,
Príncipe de los Gatos.
Su otro nombre menos usual era
Tiberth Bridho Miaugion, que
venía a significar igualmente
"Principe de los Gatos" y los
Gnomos (Noldor) también le
llamaban Tifil.
Era un enorme gato negro
como la noche más oscura
sin estrellas y sin Luna.
Sus ojos eran felinos,
alargados, pequeños y
oblicuos. Y, en medio de su
oscura faz, destellaban con
un brillo rojo y verde a la vez.
Sus bigotes eran largos como en
todo gato, pero los suyos eran
especialmente largos y afilados
como agujas, fuertes y grises.
Y por supuesto que ronroneaba como
todo gato, más su ronroneo asemejaba
a un redoble de tambores y su gruñido
sonaba como un trueno.
Así que lo mejor era no estar
cerca de él cuando gritaba
lleno de ira porque la sangre
helaba y era tal el terror
que destilaba que las aves y
animalillos quedaban
petrificados o muertos al oir
su grito.
Y este gato, por si aún no lo has
adivinado, es la primera concepción
que Tolkien creó y que más tarde
se concretaría en el malvado Maia
Sauron que fue lugarteniente del vil
Vala Melkor en Angband.
Algunas notas curiosas.
Tevildo poseía un collar mágico dorado y con él tenía el control sobre el resto de gatos que comandaba. Lo que no me quedó claro al leer el libro es si Melko se lo dio.
Ahora bien, lo que sí le entregó Melko fue un conjuro, unas mágicas palabras para que ese collar funcionase.
Así pues, si se conocía el conjuro de Melko, se podía dominar a los gatos a través de ese collar.
Se cuenta también que el perro Huan se lo quitó y se lo entregó a Tinúviel, la cual recitó el conjuro y liberó a los gatos.
Luego Huan se puso el collar dorado. Este es el origen de que ahora los perros persigan a los gatos cuando antes era a la inversa.
Y por si no lo sabías, este es también el origen de que reine el odio entre elfos y gatos.
Y para terminar.
Aquí dejo una de las frases de Tevildo que me hizo reír mucho:
"-En el nombre de Melko,
¿dónde ha huido ahora esa
Elfa loca?".
Se refiere por supuesto a Tinúviel.
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